
La gestión de las bases de datos
¿Sabías que el marketing del siglo XXI se basa en la recolección y adecuada gestión de la base de datos? Las bases de daos se han convertido en una de sus principales herramientas dentro de la comunicación empresarial, ya que permite conocer al cliente casi hasta individualizarlo y anticiparse a sus deseos y necesidades. Sin embargo, representan un área sensible que debe ser protegida.
Un poco de historia
En 1890 el abogado norteamericano Samuel Dennis Warren publicó “The Right to Privacy”, un libro que se convirtió en la base del derecho a la intimidad y la protección de datos personales; casualmente, su esposa era la hija de un prestigioso senador norteamericano y continuamente se veía asediado por fotógrafos y periodistas. En 1967, ya advertido por los avances tecnológicos, el Consejo de Europa creó una Comisión Consultiva cuyo objetivo era analizar los potenciales riesgos sobre la invasión a los datos personales, que podrían causar esas tecnologías. Actualmente en España está vigente la LOPD, Ley Orgánica 15/1999 de Protección de Datos de Carácter Personal.
Los ciudadanos se defienden
No es raro hoy en día abrir el correo electrónico y recibir una andanada de anuncios comerciales no solicitados; suena el teléfono y una voz grabada nos anuncia que somos los felices ganadores de vaya uno a saber qué; los bancos nos asedian ofreciéndonos tarjetas de crédito y beneficios… Frente a esto, la pregunta horrorizada del ciudadano indefenso es: “Pero…¿quién les ha dado mis datos?” Una de las herramientas al alcance de los consumidores es el llamado “servicio de listas Robinson”, creado en 1992, en el que se inscriben quienes no desean recibir publicidad, y el Habeas Data, un recurso que se puede interponer como una acción de amparo, para defender la confidencialidad de los datos. Por otra parte, los usuarios de Internet deben verificar que los sitios en los que dejan sus datos garanticen la privacidad de los mismos.
Gestión de bases de datos en las empresas
Las empresas tienen una gran responsabilidad en cuanto a la gestión de la base de datos de sus clientes; específicamente el artículo 10 de la LOPD obliga al secreto profesional y el deber de guardado de los datos, tanto a las empresas como a los empleados responsables de cualquier fase del tratamiento de datos personales. Es importante que los miembros de la organización respeten esta obligación, no sólo porque la ley los obliga, sino por la propia convicción acerca de la relevancia de manejar datos personales de los clientes.
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