
La comunicación interna en las empresas
La comunicación dentro de las empresas, llamada “comunicación interna”, es en la actualidad un proceso que supera largamente el tradicional esquema emisor-receptor. Las redes sociales, las nuevas formas de comunicación entre los distintos miembros y niveles de la organización, llevan a la creación de una verdadera y dinámica red que surca el organigrama en todos los sentidos.
Sin embargo, las comunicaciones formales deben seguir manteniéndose dentro de los canales previstos y mantener su regularidad y estabilidad, aunque cambien los medios o soportes que permiten su transmisión.
Dentro de las comunicaciones formales hay una gran variedad de tipos de expresión, ya que dentro de la empresa son muchas las cosas que se deben comunicar: entre diferentes niveles, entre miembros del mismo nivel, directivas, informaciones generales, métodos… Cada uno de los elementos a comunicar, asume dentro de la Organización una forma determinada, y su conocimiento y comprensión por parte de los miembros de la empresa forma parte indisoluble de su cultura. Desde el momento en que, por ejemplo, se integra un nuevo empleado: cómo es recibido, qué documentación recibe, cuáles son sus primeros pasos dentro de la empresa, comienza a circular al información interna con el sello de la cultura propia de la organización.
Los procesos de comunicación interna deben ser cuidadosamente diseñados, precisamente porque hoy en día, debido a la influencia que ejercen las redes sociales y otras formas de comunicación por Internet, los riesgos de interferencias, filtraciones, ruidos y contaminación son mucho mayores que en otras épocas.
Un buen sistema de información y comunicación permite alcanzar una mayor eficiencia en el desempeño de la organización, ya que permite a cada empleado contar con la información relevante que necesita para realizar una tarea, y es interesante observar cómo algunas compañías permiten a sus colaboradores realizar sugerencias y aportar ideas que pueden mejorar el rendimiento.
Las redes formales de comunicación dentro de la empresa deberían asegurar que la información precisa llegue a la persona indicada en el tiempo previsto; pero inclusive dentro de la formalidad y aún siguiendo todos los protocolos, se producen distorsiones y hay inconvenientes que la empresa debe analizar, estableciendo claramente qué se debe o desea comunicar, es decir, cuál es el objetivo del mensaje, y también observar si la exposición es ordenada y lógica. Un aspecto a cuidar en la comunicación formal, aunque se trate de la más sencilla de las peticiones, es la presentación visual: un texto bien escrito, prolijo, de aspecto agradable y bien estructurado, invita a la lectura y facilita la comprensión.
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